La sesión de Ane y Unai la dividimos en dos partes: La primera fue en el estudio y aunque todos lo pasamos en grande teníamos ganas de salir afuera para hacer la otra mitad. Para esta segunda parte la familia me propuso ir a un sitio que para ellos es especial. Era un terreno donde pasan muchas horas y en muy buena compañía (tienen perros, burros y hasta caballos con sus potrillos) lo cual muy una grata sorpresa porque, aunque me avisaron de la presencia de estos animales no me imagine que se portasen tan bien con una desconocida.
Me encantan este tipo de sesiones «sorpresa», con animales, ríos encantados incluso pequeños jardines de casa donde los niños están más cómodos en un entorno más familiar. Si a ti también te gustaría tener unas fotos bonitas de recuerdo contáctanos! ¡Estaremos encantados de capturar ese instante para siempre!
En breve nos vamos de vacaciones pero aún tenemos un par de huecos para hacer esa sesión que tienes pendiente durante tanto tiempo. ¡Anímate, seguro que lo pasamos genial!