Confieso que fotografiar a niños no es tarea fácil, pero tengo debilidad por ellos y admito que me encanta. Cada niño es diferente y según la edad en la que se encuentren podemos tener dificultades que obliguen a cambiar los planes e improvisar sobre la marcha. Pero siempre hay una historia que contar.
Los padres de Jare y Oihane tenían claro que querían un recuerdo en un entorno natural en el que las niñas disfrutaran de la sesión. Con varios cambios de ropa y una preciosa localización hicimos unas fotos así de bonitas:
Una sesión para recordarla, ¿verdad? Si te apetece tener unas fotos bonitas escríbenos a goizargazkiak@gmail.com lo más detallado posible y en menos de 48 horas te contestamos.
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