Después de posponer varias veces esta sesión llegó el día en que conocí a Beñat y Julene y la verdad es que la espera mereció mucho la pena. Nos hizo una tarde con una luz preciosa y la sonrisa y la total disponibilidad de nuestros protagonistas hizo el resto. Julene, como decía ella, imitaba en más de una ocasión a las modelos de las portadas, pero siempre con una magia natural. Beñat, a sus 13 meses y recién despertado de la siesta, quería corretear de una lado para otro con esa gracia especial de los primeros pasos que empezaba a dar.